Las 7 diferencias entre canalizar y leer registros

 

Básicamente podríamos argumentar que es lo mismo realizar una canalización y una lectura de Registros Akáshicos pero la verdad es que no lo es, en absoluto.

 

Voy a nombrar las diferencias entre ambas.

 

1.  Una lectura de Registros lleva un orden determinado y un protocolo, cosa que también deberíamos de hacer antes de una canalización aunque la gente se olvide de ello y no lo haga pero, para acceder a los Registros, siempre realizamos -dentro de nuestro protocolo-, una oración. Habrá personas que sigan abriendo Registros con la Oración del Sendero, mundialmente conocida, pero luego, como se suele decir, “Cada maestrillo tiene su librillo” y cada cual lee o recita una oración concreta para ello.


2.  El tipo de preguntas formuladas o las preguntas en sí. Cuando hago una canalización a cualquier ser viviente: planta, mineral, animal doméstico, ser humano, muchas veces dejo que la información fluya, sin tener necesidad de escribir o formular preguntas e incluso, si las pensara con antelación, es muy probable que esas preguntas fueran más mundanas. En una lectura, es vital e imprescindible que la persona traiga escritas y formule sus preguntas, que se “moleste” en ordenar sus ideas y saber qué quiere preguntar y sanar. Además, las preguntas suelen ser más trascendentales. Más importantes y quizás genéricas: ¿cuál es mi propósito de vida, qué tengo que aprender de X persona en esta vida?...).

3.  En una lectura, hay dos partes muy importantes: la lectura en sí en la cual el lector responderá a la persona y, por otro lado, que esa misma persona pueda verbalizar todo lo que le sucede en su mente, que traiga esas preocupaciones del subconsciente. En ese momento, cuando empieza a desahogarse, comienza la verdadera sanación. Una canalización es sólo unilateral, una persona pregunta o espera información de la persona, ser viviente al que canaliza. Pero, hay un monólogo, no hay un diálogo con el consultante. Es decir, éste sanará al recibir la información exclusivamente. Si hablamos de una médium que estuviera “traduciendo” el mensaje al consultante, en ese caso sí que podría haber un diálogo gracias a la médium pero sería más para obtener más información. El enfoque sería diferente.

4.  El fin principal de una lectura siempre es la sanación del consultante. En una canalización pueden existir fines de muy diversa índole.

5.  En una lectura las preguntas oscilan entre 5, máximo 10. Una vez concluidas y con las respuestas -si es que se han podido responder-, el lector terminará el protocolo y cerrará los Registros de esa persona. En una canalización, no.

6.  La más importante y fundamental: en Registros, abrimos “el Libro de la Vida” de esa persona, sus Registros Akáshicos del plano etérico. Allí encontraremos presente, pasado y futuro pues la energía no entiende de espacio-tiempo. Una canalización es diferente: puedes pedir permiso al alma que canalizas o directamente canalizar. En cambio, el libro de cada ser viviente existe y puedes acceder a él con la oración y protocolo. Te contestará siempre que formules bien una pregunta y que estés preparado para recibir esa información. Pero en una canalización, si pretendes canalizar el alma de una persona -sin decírselo- y esa persona, aunque no lo sepa, no te da su consentimiento, ten por seguro que nunca lograrás nada de información.

7.  En una lectura de Registros puedes preguntar sobre tu vida y los personajes que hay en ella, los que están relacionados contigo, tu entorno, los que te rodean. Sin embargo cuando canalizas, puedes canalizar a cualquier ser viviente, objeto, lugar…

 

Ambas técnicas son instrumentos de sanación para la persona que pregunta e incluso para quien las realiza pues como bien sabemos, todo es uno y todos estamos comunicados. Siempre que se realice, bien una lectura, bien una canalización, hay que pensar en el bienestar de todas las partes implicadas y además, no preguntar aquello que no es de nuestra incumbencia pues, obviamente al hacerlo, crearíamos karma.